jueves, 6 de octubre de 2011

Todo tiene solución.

Que todo en esta vida tiene solución excepto la muerte, todo el mundo lo sabe, pero que todo tiene más de una solución…más de uno dudaría.

Sí, todo tiene más de una solución. No hay que ocluir la mente, pues existen diversas salidas. Para muestra un botón: si pregunto por la raíz cubica de 1, indudablemente la respuesta es automática: 1. Ahora bien, esa es la solución en el conjunto real, pero si ampliamos horizontes y pensamos en el plano complejo la solución se compone ahora de tres componentes:

Pensar en el 1 como solución única seria lo fácil, pero existen otras tantas soluciones que a simple vista no tenemos en cuenta puesto que no son asequibles para todo el mundo. Al fin y al cabo, te guste más o te guste menos, las soluciones están ahí, y llegado un punto no hay más remedio que escogerlas, aunque dichas soluciones sean las complejas y supongan un esfuerzo.

Nadie dijo que sería fácil…

miércoles, 25 de mayo de 2011

Existencia y unicidad.

Cuando un problema de valor inicial modela matemáticamente una situación física, la existencia y unicidad de la solución es de suma importancia, pues, con seguridad se espera tener una solución, debido a que físicamente algo debe suceder. Por otra parte, se supone que la solución sea única, pues si repetimos el experimento en condiciones idénticas, cabe esperar los mismos resultados, siempre y cuando el modelo sea determinístico. Por lo tanto, al considerar un problema de valor inicial es natural preguntarse por:

  1. Existencia: ¿Existirá una solución al problema?
  2. Unicidad: ¿En caso de que exista solución, será única?
  3. Determinación: ¿En caso de que exista solución, como la determinamos?

A la primera y a la segunda pregunta, cualquier persona puede responder sin mayores problemas A la tercera, estoy seguro que no.

martes, 17 de mayo de 2011

Dieléctricos.

Es curioso el comportamiento atómico de estos, pues bajo la acción de un campo eléctrico se polarizan, constituyendo dipolos eléctricos que se orientan bajo la dirección del campo eléctrico creando en las superficies del dieléctrico una carga de polarización.
Vamos, que cuando se le ejerce una presión externa se polarizan, o lo que es lo mismo, cambian su estado. A veces se quedan positivos, otras negativos. Depende de donde se encuentren en el momento de la presión (o del tipo de presión al que se sometan). Lo que está claro que no son como eran en su estado inicial.
Ni peor ni mejor, diferente. Nunca lo entenderé, nunca.

lunes, 16 de mayo de 2011

Retroceso...

...en la linea del tiempo. Es inevitable. Tarde o temprano sabes que pasa. Por aquello que decía de ordenarlo de la manera correcta. No siempre aciertas a la primera, o quizás si. Entra en juego ahora la duda. Factor que despreciábamos hasta ahora.
Esos puntos exactos son ahora tu mayor preocupación. Saber qué son, es fundamental.

martes, 10 de mayo de 2011

Una cuarta dimensión.

Algo que no se puede ver, que difícilmente se puede entender, y si lo ves, no puedes explicar. Así es el hipercono de sucesos, y así son los sentimientos.
Puede que un día no seas capaz de ver la realidad, porque estás ofuscado en un sentimiento. Quizás, la mañana siguiente te levantes ofuscado por otro diferente y este sea ahora tu mayor preocupación.
Los sucesos cambian, y están repartidos a lo largo de una línea del tiempo sin un lugar fijo. Nosotros somos los encargados de organizarlo de la manera más conveniente. No siempre se acierta, pues es más fácil fallar, pero cuando se acierta no hay nada como esa sensación. Te sientes completo, lleno. Pero sólo es temporal pues todo hay que decirlo; no siempre dependen de nosotros solos. Dependen de un conjunto (entorno) que puede que ayude o que empeore.
Un entorno adecuado en un momento adecuado puede suponer la visión de este hipercono desde el punto exacto donde se aprecia todo y cuanto este significa. Ese (o esos) puntos, se llaman amigos.